“No hay que dejar nada librado al azar”

Después del Campeonato Panamericano que se llevo a cabo en Paraguay en octubre de 1999, en donde no clasificamos para las instancias finales del torneo, pero sabíamos que estaríamos en el mundial.

El mismo se llevo a cabo en Bolivia en el mes de noviembre próximo pasado y en donde obtuvimos el tercer puesto.

Por el mes de noviembre del 99’, después del panamericano había varias cosas que me interesaban sincronizar para llegar al torneo máximo en la disciplina.

Una de ellas era estar en el sorteo del mundial, que se desarrollo en La Paz el 24 de julio en el Hotel Radison.

Cuando uno habla de la Paz , le comienzan a circular por la cabeza todos esos mitos que se hablan del factor “climático llamado altura” (el cual en otro artículo expresaremos la experiencia vivida en el torneo.) y un sin numero de preguntas que uno se hace y en la soledad no recibe respuestas.

Para esos días me encontraba en La Rioja provincia del noroeste argentino,503 mts. de altura sobre el nivel del mar y a 1142km de la ciudad de Buenos aires, en la cordillera de los andes. Ahí es en donde tome la determinación de viajar a La Paz al sorteo del mundial, había dos formas de llegar por avión en pocas horas uno podía desembarcar en La Paz o por vía terrestre o ferroviaria dentro de Bolivia..

Pensé que sería muy importante experimentar el viaje por vía terrestre ya que pasaría por ciudades que se encuentran a determinadas alturas no comunes para nosotros.

Partí un jueves 22 de julio a las 06:00 hs desde La Rioja hacia San Salvador de Jujuy 1259 mts altura, en donde llegué a las 18:00 hs, transite por dicha ciudad hasta que retome el viaje a La Quiaca situada a 289km y con una altura. 3442 mts. Partí a las 23:00 hs llegando 06:00 hs.

Aquí comenzamos a tener unas molestias, un frío que recorría las venas, acompañaban la dulce espera para la apertura de la frontera a las 07:00 hs.

Una vez que nos encontramos en Villazón (Bolivia), ciudad lindante a La Quiaca, iniciamos el último tramo a las 08:00 hs del viernes 23 con destino final La Paz.

Indescriptible, una experiencia incontable, la vida en estos lugares es toda una historia. Los transportes no eran de lo más moderno. El camino que se abría entre la puna, era de tierra y angosto.

El chofer tocaba bocinas en las curvas y se metía sobre la mano contraría, mortal y eso que uno se crió en Tierra del Fuego , lugar de montañas, caminos de tierra, frío, pero esto era distinto.

Eran las doce del mediodía llegamos a Tupiza, ahí no dude, descendí y me saque boleto en otro colectivo, estacionado a la par, (dos horas parado, hasta que tuve asiento disponible) que iba hacia La Paz, ahí continuamos circulando por las distintas poblaciones en la altura, hasta que cerca de las 20:00 hs se llego a Potosí una ciudad en un pozo, aparecimos allá arriba cerca de las nubes y comenzamos a descender hasta arribar a la estación terminal.

Cerca de las 02:00 hs paramos en Oruro arriba de 4000 mts de altura, una sensación de dolor en la cabeza y un frío que te partía el alma.

Tomamos unos trimates ( mezcla de anís, manzanilla y coca) al lado de un fueguito que habían prendido unos lugareños y continuamos hacia La Paz.

Esta sensación fue impresionante , me serviría para orientar a mi gente sobre distintos aspectos a tener en cuenta y no descuidarse. Para no afectar el físico y con esto el rendimiento deportivo en plena competencia.

Una vez en el hotel Radison, escuche una conferencia de un doctor del centro de Biología e investigación sobre entrenamiento en la altura. Muy interesante. De ahí trajimos valores y recomendaciones sobre como encarar la última etapa de preparación para llegar al mundial.

Estuve en el sorteo y fue muy importante para nosotros que nos toco en la primer etapa Cochabamba 2550 mts de altura, ya que sabía que de pasar nos tocaría Oruro 4000 mts de altura o La Paz 3700 mts altura. El escalón ese sería muy beneficioso para nosotros ya que de venir de Santa Cruz a 600 mts de altura no sería nada bueno.

En fin yo quería ir a la altura, me inclinaba por Sucre 2500 mts de altura o por Cochabamba. Esta última fue nuestra ciudad.

El domingo 25 me ocupe de recorrer La Paz y ver los lugares por donde podríamos andar si llegábamos a la instancia finales cosa que no dudaba.

Con el presidente de la federación de La Paz, su esposa Viviana (una salteña) y Roger técnico y dirigente de Costa Rica transitamos por distintos lugares de la capital Boliviana, observando todo lo referente a una posible estadía en este lugar.

Partí a Cochabamba 22:00 hs para llegar 05:00 hs. Me traslade al Hotel Ambassador en donde estaríamos alojados y en donde recibiríamos la alimentación. Lo recorrí, converse con gente en la cocina y pregunte todo. Reserve el ala en donde quería que se alojaran los jugadores, habitaciones dobles para su comodidad y quede en enviar las recomendaciones sobre alimentación que nos dan la gente que trabaja con nosotros en el CeNARD (centro nacional de alto rendimiento Deportivo) en Buenos Aires lugar donde concentramos tres veces al año una semana.

Desde el hotel me traslade al coliseo lugar donde se jugaría la primer etapa, lo recorrí por completo y traje toda la información necesaria. También estuve en la sala de turismo, el consulado y conseguí una cancha auxiliar en un colegio cristiano muy cerca del hotel por si nos hacia falta.

Recorrí la ciudad y cerca de las 12:30 hs por vía aérea salí hacia Santa Cruz de la Sierra, ciudad que se encuentra al este a 800 km, aproximadamente, la cual recorrí y me reuní con algunas personas para coordinar si tenía que mandar algún asistente a filmar o si necesitaba de filmaciones. Lo importante era no operar a último momento los días del mundial.

A las 17:00 hs me tome el tren y me fui a la frontera a Pocitos. Llegue cerca de las 09:00 hs del día martes y espere en la terminal para continuar a Salta a las 12:00 hs. Llegue a Güemes cincuenta km de Salta a las 18:00 hs, me acerque a la Universidad de Salta en donde di una charla sobre el deporte visite amigos y retome 23:00 hs el viaje con destino final La Rioja a las 09:00 hs. Del día miércoles. Una semana andando, pero valió la pena, misión cumplida.

Trate de no dejar nada librado al asar, fue espectacular para mí esa vivencia, determinante en las directivas que di para transitar por las distintas instancias del mundial.

Si me preguntan si me gusto.

Yo les diría. No es Río, Cancún, ni Acapulco pero el objetivo tiene que estar claro y la experiencia fue beneficiosa para el objetivo que se tenía.

“No hay que dejar nunca nada librado al azar”.

-Quejarse nunca . Dar explicaciones jamás.-